martes, 27 de enero de 2009

Antoni Tàpies



Pintor y escultor español, nacido en Barcelona en 1923, uno de los líderes del informalismo español, cuya influencia será decisiva a nivel internacional.Tàpies inicia su trayectoria artística en el año 1945, tras abandonar sus estudios de derecho y después de una convalecencia por una enfermedad pulmonar que le posibilita el reposo físico y psíquico necesario para el estudio y la reflexión intelectual. Es entonces cuando se acerca a la obras de filósofos como Friedrich Nietzsche, Miguel de Unamuno y Arthur Schopenhauer, poetas como Edgar Allan Poe, músicos como Richard Wagner o Robert Schumann, y artistas como Vincent van Gogh o la época surrealista de Pablo Picasso. Poco después descubriría a Jean Paul Sartre, cuyo existencialismo marcaría su trayectoria vital y artística.Sobre la base del surrealismo funda en 1948, junto a un grupo de jóvenes artistas e intelectuales catalanes, el grupo Dau al Set, que plantea una opción artística y cultural vanguardista de ruptura con las corrientes convencionales que se desarrollaban por entonces en España. En 1950 se le concede una beca de estudios en París, donde toma contacto con las ideas revolucionarias de izquierda y con la pintura abstracta. Ese mismo año realiza su primera exposición individual.En 1951, Tàpies se desliga del grupo Dau al Set e inicia una evolución individual, optando por una línea informalista, abstracta, basada en las investigaciones sobre la materia pictórica como medio expresivo artístico: impone como valor total la materia frente a la forma. De ahí que su obra sea exponente de primer orden de la corriente matérica informalista. A lo largo de su trayectoria utiliza diversos procedimientos. En el collage mezcla elementos heterogéneos con la pasta pictórica aplicada directamente del tubo en forma de empastes gruesos y granulosos, sobre los que realiza huellas, incisiones, surcos y grietas, con los dedos y otros medios. Otras veces usa el grattage, que consiste en el rascado o rayado de superficies como cartón. El objetivo final es una pintura de relieves, orográfica, recreándose en la presentación de texturas rugosas, porosas o granulosas (matéricas en definitiva) que contrastan con superficies lisas, como se observa en su obra Blanco craquelado (1956). A partir de 1953 hace uso de la técnica denominada mixtura, consistente en la mezcla de pintura al óleo con polvo de mármol, cuya finalidad es, de nuevo, resaltar el carácter matérico de la obra, como en Negro con mancha roja (1954). Otras veces emplea el encolado de superficies.
En sus obras se repiten una serie de signos e imágenes que pertenecen al universo simbólico e interior del artista, con claras alusiones al universo, la vida, la muerte o la sexualidad. Entre ellos aparecen en sus composiciones figuras geométricas, más o menos difuminadas o distorsionadas, como el óvalo (Óvalo blanco, 1957), el círculo, el cuadrado (Puerta gris, hacia 1958), más tarde el triángulo (Forma triangular sobre gris, 1961); signos como la cruz, constante a lo largo de su carrera, que puede ser griega, latina, en aspa (Gran equis, 1962), en forma de T, ésta última asociada a la inicial de su apellido; números, letras, entre otros. En este sentido cabe citar Materia negra sobre saco (1960) y Cuerdas entrecruzadas sobre madera (1960). A partir de 1962 comienza una etapa en la que se produce la integración en la obra de objetos cotidianos como cuerdas, platos (Montón de platos, 1970), paja, junto a signos antropomórficos (pie, mano, dedos), como se observa en Blanco con pisadas, que denota un interés por plasmar la huella y presencia humana en sus obras; también aparecen temas y símbolos de carácter sexual (órganos sexuales masculinos y femeninos, paja, mantas, cama...) como en Paja sobre tela. Su gama cromática ha oscilado entre el monocromatismo y colorido neutro con predominio de grises, negros, blancos y ocres y la inclusión de un colorido más vivo, con rojos, naranjas, rosas, amarillos y azules. A partir de la década de 1970 su obra presenta heterogeneidad estilística y, si bien sigue cultivando el informalismo, a veces presenta una realidad objetual integrada por la presentación de elementos cotidianos, por ejemplo en Materia gris en forma de sombrero.
Tàpies ha sido considerado precursor del arte povera. Desde la década de 1950 su obra ha gozado de reconocimiento internacional, reflejado en el hecho de la organización de exposiciones sobre su obra por parte de grandes museos y galerías de arte del mundo entero. En 1958 recibió el Premio Carnegie y en 1967 el de la Bienal del Grabado de Liubliana. Son también numerosos los estudios teóricos realizados por especialistas sobre su obra. Además, ha realizado cerámicas, tapices y esculturas, entre las que cabe destacar su mosaico de la plaza de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), sus esculturas públicas Homenaje a Picasso y Núbol i cadira (Nube y silla), ambas inauguradas en Barcelona en 1990, y su polémico Calcetín (1992), de 18 m de largo. En 1990 se inauguró en Barcelona la Fundación Tàpies, creada por iniciativa del propio artista para fomentar y difundir el conocimiento del arte contemporáneo, así como para exponer y conservar su propia obra.

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